Roberto había pactado con Alejandra y Luna para salir el viernes por la noche. Esto significaba dos cosas, a saber, sobre el destino que deparaba la noche: una, que beberían varios shots de tequilas en el antro mientras bailaban. Lo otro era algo que sucedería cuando encontraran a sus presas.
Era casi de madrugada, mientras los 3 bailaban con sensualidad, un Reggaetón sin nada de sutileza y ya estaban totalmente embriagados por el tequila y también los embriagaba la excitación por todos sus cuerpos. Al rato de terminar el Reggaetón, los 3 se separan y Roberto observa a la morena que notaba desde hace rato en una esquina del antro, observando como los 3 bailaban con suma curiosidad, mientras se fumaba un Marlboro.
Todo esto me lo contó Luna cuando habíamos llegado al apartamento donde vivíamos mi novia y yo. En mi caso, todo comenzó cuando observé junto a mi novia como Roberto seducía a la morena, llamada Anahí, y decidían bailar otro Reggaetón lento mientras él posaba sus manos sobre sus nalgas y se miraban fijamente. Mi novia y yo nos empezamos a poner calientes con solo ver esto. Empecé a tocar su pierna mientras ella acercaba su mano a mi entrepierna. En ese momento nos besamos con mucha pasión. La botella de ron que nos habíamos bajado ambos ya había hechos sus efectos, así que decidimos descargar la embriaguez con un baile sensual trancado en la pequeña esquina en la que estábamos, algo muy típico de una pareja de latinos, dentro de un antro madrileño de ambiente latino.
Pusieron el remix de Mala Conducta y a Daniela (mi novia) y a mí nos invade aún más la calentura del ambiente. El calor nos invadía junto al sudor de nuestros cuerpos que se restregaba al ritmo del compás de la canción. A estas alturas, la calentura no solo era por Daniela restregándome su culo a mi guebo, sino también por lo que observaba. Veía a la morena levantándose la minifalda hasta las caderas para restregarle todo su enorme culo a la entrepierna de Roberto. Todo esto mientras a su lado, Luna y Alejandra se besaban a lenguetazos y abrazadas, mientras se tocaban. Hice que Daniela se moviera hacia donde estaban ellos.
-Adonde quieres ir Pablo- me dijo Daniela con una sonrisa pícara.
-Parece que están gozando mucho por allá, nos están viendo también, deberíamos acompañarlos- le dije en el oído mientras la agarraba de las manos.
-Es una buena idea, la morena esa siento que me anda correteando con sus ojos desde hace rato, eso me pone loca mi amor- me dijo mientras agarraba y movía mi mano hacia su sexo.
Caminamos hacia donde estaban ellos y simplemente Daniela les dijo ‘’Hola como están, podemos unirnos a ustedes, me parece que se están divirtiendo tanto como nosotros, yo soy Daniela y él es mi pareja, Pablo’’. Ellos saludaron al unísono con mucha simpatía y también se presentaron. Noté que Alejandra me miraba con un deseo irreprimible, algo a lo que contesté con suma cortesía. A los pocos minutos de presentarnos, nos pusimos a bailar todos juntos en un círculo. Seguía con mi mirada cómplice con Alejandra mientras la muy perra de mi novia miraba mucho a Roberto. Este me pidió permiso para bailar con ella, a lo que yo accedí siempre que pueda hacer lo mismo con Alejandra. Ambos accedimos y nos pusimos a bailar apasionadamente con cada pareja. Sentía el calor de la boca de Alejandra mientras que Daniela se ponía de espalda hacia Roberto para que este sintiera sus caderas y su duro culo. Para minimizar los celos, decidí concentrarme en Alejandra mientras le decía a la morena que me acompañara también. Luna naturalmente se fue con Roberto y Daniela. Cada trío bailaba al ritmo de la música y cada segundo que pasaba, era mayor el calor de la excitación que nos invadía a todos. Debo reconocer que ver a Daniela moverle el culo tan seductor a un hombre como Roberto me excitó demasiado. Quizás es la enorme habilidad que tenía para seducir con sus pasos lo que me sorprendió, aunque más me sorprendió fue que con un movimiento sutil y lento, hizo que Daniela y Luna se besaran mientras él observaba para luego, unirse en un triple beso.
Deseaba hacer lo mismo con Alejandra, pero también era sutil con los movimientos. Antes de eso, le pregunté a Anahí que si tenía novio. Ella me contestó que no, que solo un imbécil con el que había venido, pero que se había desaparecido del antro desde hace ya horas y estaba sola. Me puse entonces frente de ella para sentir su respiración y le dije:
-Pues parece que ahora ya no estás sola del todo, creo que has conseguido unos buenos amigos.
-Parece que eso es así, bailar con todos ustedes ya ha valido la noche. Me han puesto muy cachonda- dijo mientras se acariciaba los labios con su lengua.
-Ah sí…- le repliqué a la morena con un bulto cada vez más apretado en mi pantalón.
– y tú? estas igual de cachonda? – le pregunté a Alejandra que estaba a mis espaldas.
– Ufff eso y más. Estoy completamente mojada. Por tí, por esta morena y por los otros desgraciados de allá- dijo señalando a mi novia y a sus compañeros.
-Creo que deberíamos largarnos de aquí todos nosotros a un sitio más privado, ¿no creen?- dijo Anahí mientras se acariciaba un pezón por encima de la blusa.
-Estoy de acuerdo y tú?- me preguntó Alejandra mientras ponía sus manos en mi pene, sabiendo que lo tenía durísimo.
-Creo que es algo justo, mi novia y yo vivimos solos en un apartamento al este de la ciudad. Podríamos ir y jugar con el tequila que tenemos en casa, ¿qué les parece?-pregunté a ambas damas ya al frente mío.
Ellas accedieron mientras asentía con la cabeza y se miraban entre ellas con complicidad. Les dije que hablaría con ellos pero que antes, los tres necesitábamos hacer una cosa primero. Entonces agarré a Alejandra y a Anahí con cada brazo sobre sus caderas y las besé a ambas mujeres mientras les decía que lo hiciéramos al mismo tiempo. Ellas obedecieron y nos intercambiamos fluidos al frente de Daniela, Roberto y Luna, a la vez que hacía que mis dos compañeras de baile se dieran un beso de lengua.
Luego de eso, le hice una seña a Roberto y a Daniela. Les planteé que nos largamos todos de ahí al apartamento de nosotros y que podíamos estar ahí hasta que amaneciera. Ellos accedieron con amabilidad, así que todos nos largamos al apartamento.
Cuando llegamos, estábamos contando chistes y riendo de cosas absurdas. Yo prendí el equipo de sonido que tenía para que siguiéramos con el after. Saqué el tequila para preparar el juego de shots, aunque para sorpresa mía, al llegar, Alejandra y Luna se estaban besando apasionadamente en uno de los sofás. Yo me puse a beber junto a Daniela, Roberto y Anahí. Al cabo de un rato, después de varios retos atrevidos, nos habíamos sacado toda la ropa para comenzar con la fiesta de verdad.
Fue en ese momento que a Roberto se le ocurrió la mejor idea de todas, sacó de la cartera de Luna, un pote lleno de aceite para el cuerpo. Primero lo abrió y derramó una buena parte sobre los cuerpos semidesnudos de Alejandra y Luna. Estas reaccionaron a ello llamándolo cabrón pero riéndose a la vez, luego utilizaron el aceite para acariciarse y pasarlo por todo su cuerpo.
Así continuó cuando él le dio el bote a mi novia y me pidió que con todo respeto, si ella podía echarle a él y a su miembro que ya se estaba poniendo muy duro. A la vez que Daniela se terminaba echando ella también y acababa revolcando con ella, tomé el aceite y se lo eché al cuerpo desnudo de Anahí. Frotar mis manos sobre ese cuerpo moreno fue un deleite para mis ojos, a la vez que ella me complacía oralmente.
Hubo un momento en el no aguante más y quise penetrar de una a Anahí. Su tierno coño está calientísimo cuando lo introduje. Ella pegó un gemido de placer que escucharon los demás, que respondieron con vitoreos hacia ella.
-Dame, dame, dame, dame, dame, dame, dame coñoooo- gritaba ella cuando la ponía en cuatro para cogerme por atrás. No quería venirme, puesto que también quería darle a Alejandra y a su tierno y blanco cuerpo. Hice que se pusiera en 4 también pero esta vez ella lo hacía mientras le chupaba la totona (vagina) a Anahí que se agarraba los pezones del placer. Roberto mientras, recibía mamadas de Daniela en otro sofá de al lado, mientras que dedeaba a Luna a su lado.
Luego decidí ir por Luna y la puse al frente para cogerla mientras le metía cachetadas una y otra vez.
-eres un maldito, vamos sigue así, dame más duro, duro, duro, si- replicaba con tono desafiante y me miraba mientras Roberto le metía su pene en toda la boca.
Daniela, Anahí y Alejandra protagonizaron una escena lésbica que acabó en múltiples orgasmos entre las tres. Roberto y yo queríamos corrernos en las caras de todas ellas, que se pusieron de rodillas mientras se lengueteaba esperando nuestra leche.
-Vénganse cabrones vamos, vénganse en nuestras putas caras- decía más de una. Aunque después escuché algo de Daniela que me hizo acelerar.
-Pablo, mi amor, hazme el favor y correte para mi vamos bebe, correte en toda mi boca, la única leche que quiero es la tuya- decía mi novia mirándome mientras mantenía su boca abierta. Yo no pude resistirme y en cuanto me corrí, metí mi pene hasta el fondo de su boca, mientras ella lo recibía con mucho placer.
Roberto se corrió en las caras de las demás chicas y estas intercambiaron saliva para divertirse. Yo en ese momento estuve exhausto y me dormí abrazado a mi novia mientras lo demás también caían rendidos en los demás sofás del apartamento.
Una noche placentera y muy aceitosa.
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