Al mismo tiempo que un pene grande en el estado de flacidez, dobla o hasta triplica su dimensión en una buena erección, un pene de tamaño pequeño puede multiplicar su tamaño hasta en cuatro veces. Por lo tanto la dimensión final de un pene en erección puede ser muy parecida al que en un principio era mucho más grande. Lo que vulgarmente se conoce como «penes de carne o penes de sangre».
Esto significa que dejando de lado algunas posibles excepciones, todos los penes en el estado de erección tienen una medida aproximada muy similar. Contra todas las creencias populares, un pene más grande en dimensiones no posee la facultad de proporcionar mayor placer a las mujeres, dado que la vagina es considerada como una cavidad virtual, o sea que es elástica y con la capacidad de adaptarse de la misma forma a cualquier tamaño del mismo.
La vagina femenina tiene sensibilidad solamente en una proporción aproximada al tercio exterior, por lo que un pene muy grande se considera innecesario ya que no le podría otorgar mayor placer erótico a las mujeres. Todos los penes en erección disponen de un latido rítmico. Dependiendo de la edad es el ángulo de erección que pueden llegar a tener: mayor a noventa grados en la etapa de la juventud, horizontal en los adultos y algo menor en la tercera edad.
Pero entonces la gran interrogante es…
¿Por qué motivo los hombres se preocupan tanto por las dimensiones de su pene?
Y es que a partir mismo del nacimiento, todos los hombres se ven expuestos a una especie de información que se trae desde la propia competencia, atento a la cual ellos mismos poseen siempre un miembro viril o pene más diminuto que el del resto. Es muy posible que la mayoría de las mujeres que piensan en los beneficios de los penes grandes se encuentren también influidas por todos los prejuicios de que son signo de mejor y mayor virilidad. Socialmente tenemos entendidos que más es mejor, aunque por supuesto esto no se aplica en todos los casos y mucho menos en este.
El motor de todas las vidas afectivas es sin dudas el orgasmo. Es el que une a cualquier pareja y la hace gozar y vibrar de forma increíble. En este sentido, como en todos los demás órdenes que se refieren a la sexualidad y juegos eróticos de a dos personas, se torna fundamental la comunicación. Si carecemos de ella, nos será imposible manifestar lo que nos hace gozar y nos agrada y lo que no nos gusta en el sexo. Por eso para resolver este tipo de conflictos personales también es importante contar con alguien de confianza con quien poder hablar y tratar estos temas con naturalidad.
Tampoco podemos olvidar que los inconvenientes se deben solucionar antes de practicar sexo, dado que en caso contrario, en lugar de resolverlos los podríamos agravar con enfados no expresados y en ocasiones actuadas, disfunciones eréctiles, anorgasmia, etc… debidos al estrés causado.
¿Cómo solucionar la disfunción eréctil a causa del estrés por inseguridad?
Todo lo que no somos capaces de plantear y discutir sobre la mesa no podemos procurar solucionarlo practicando sexo en una cama, podría ser un error muy grave ya que nos podría llevar a un bucle en torno a nuestra inseguridad.
Cómo ya hemos mencionado antes es importante que tengas o consigas una persona con la que puedas tener la confianza de conversar y poner el tema sobre la mesa. Te recomendamos este artículo si necesitas ayuda para saber cómo hablar de sexo con tu pareja. La disfunción eréctil causada por este tipo de inseguridad se irá solucionando en cuanto logres sentirte cómodo con tu pareja sexual entorno a este asunto. No tengas prisa ni le des demasiadas vueltas, es tu cuerpo y tienes que aceptarlo, verás que si encuentras a alguien con quien poder compartirlo de manera natural se irán esfumando tus frustraciones.
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