Les voy a contar algo de lo que no me siento precisamente orgullosa.
Estaba yo en mi casa un domingo y con unas ganas de salir. Yo le había dicho a mi prima que saliéramos por ahí, pero ella se había molestado el día anterior porque yo me había llevado una ropa interior de ella, sin pedírsela prestada.
Yo la había lavado a mano y se secó al sol y estaba como nueva, por lo que quería llevársela y hacer las paces, ya que éramos las mejores amigas de farra. Comienzo a llamarla y no me contesta y yo pienso que sigue brava, así que me dije: hay que arreglar las cosas en persona porque está muy molesta y no me contestará.
Arranco para su casa caminando, porque aunque no era cerca, no tenía en ese momento otro medio como llegar. Camino mis kilómetros, llego a su casa, toco el timbre y de repente me doy cuenta que no me viene a abrir nadie. Insisto pegando el dedo de ese timbre, y al final sale mi primo (su hermano), y me grita de la puerta de adentro que pase. Entro y veo un reguero de vasos y botellas por todo el salón, y un juego de Twister en el piso. Y el con un bermuda que tenía la liga medio suelta y que se podían ver sus angulosas caderas y su six packs.
Le pregunto a mi primo Rodrigo que donde está Margie su hermana? Y él me dice que todos se fueron a la provincia (incluyendo a los tíos), porque iban a hacer un asado, en casa de un familiar, y que él no había ido porque había tenido una pequeña fiestecita y que aún estaba con la resaca, que lo acompañara a la cocina para prepararse una sopa de putica (de sobre), para poder revivir.
Cuando paso por el salón hacia su cocina, le digo que tiene todo hecho un desastre, que si mi tía llega y ve eso así, de seguro no lo dejara hacer más fiestas. Prende el fuego de la cocina y yo conocía bastante bien su casa, ya que mi prima siempre iba a la mía y yo a la suya. Voy al gabinete empiezo a abrir puertas, hasta que encuentro la sopa de putica que él quería.
- Primo esta es la sopa- pregunto yo
- Si prima, y sabes hacerla? O solo sabes sacar agua de la nevera- y le da risa
- Claro que sé hacerla y si quieres te saco algo de la nevera, ya que la tía siempre tiene comida preparada
- No hace falta- y toma una bolsa negra de basura- yo recogeré todo afuera, y cuando venga tú me alimentas
La verdad me pareció raro que me dijera eso, porque él siempre era como muy serio, divertido con otra gente, pero no con los familiares, hacía chistes en la familia, siempre generalizados. Pero no puedo negar que mi primo era bello, se bronceaba en el patio de su casa y tenía un cuerpo bien proporcionado y con ese pantaloncillo casi cayéndose se veía mejor aún (pero era mi primo, así que debía alejar los malos pensamientos).
Él regresa a la cocina con su bolsa llena y me dice que no me preocupe que ya dejara todo limpio afuera y que lo único que no pudo despegar era el Twister del piso, porque no sabe que hicieron sus amigos pero está pegado.
- Habrá que pasar una mopa entonces. Le digo yo- porque de seguro debe tener un reguero de algún refresco, voy a subir al cuarto de Margie y me cambio y bajo a ayudarte
Subo, pero llevo en la bolsa la ropa interior de mi prima, y cuando estoy en su cuarto no sé porque me dio por ponérmelo, (aunque en ese momento fue sin intención alguna), y al estar en su habitación, busco un cachetero que dejan al descubierto las nalgas y una blusita de esas que cuando alzas el brazo se te ve el brassiere y salgo de la habitación.
En la cocina ya él había terminado de comer y había sacado el trapeador para que procediéramos a limpiar lo que faltaba.
- Upa prima, no sabía que te pondrías tan sexy para ayudarme a limpiar
- Ay sí te vas a poner con eso, cuando hemos ido miles de veces a la playa y jamás me has parado bolas, hasta una vez te pedí que me desabrocharas la parte de arriba del bikini, para quemarme sin marcas, y ni caso me hiciste.
- Y no te lo desabroché?
- Claro porque te lo pedí y luego te fuiste con tu grupo a bañarte
- Y sabes porque tuve que irme a zambullir al mar?, porque la erección que tenía era tan grande que no podía dejar que nadie me viera, tuve que aprovechar de pajearme, viéndote desde lejos e imaginándome que entrabas al mar en toples y allí te hacía mía.
Yo estaba sorprendida, siempre me sentí atraída hacia él, pero lo veía como un pecado, por lo que me dedicaba a jugar con otros. Esas palabras me calentaron inmediatamente. Y salimos a tratar de despegar el twister, pero él me propone que juguemos antes de quitarlo y que cada vez que alguien pierda se quita una prenda de ropa. Yo acepto el reto
- Él dice….te recuerdo que soy muy muy bueno
Empezamos a jugar, mano aquí, diente allá, pie en el rojo, mano en el azul y él dice perdiste, fuera la blusa…pie izquierdo en el verde la otra mano detrás de mí y quedo arqueada pero él dijo que era trampa, fuera cachetero (mini-short), yo que ya estaba en una posición muy incómoda, termino de caerme boca arriba y él estaba debajo de mí, o sea su espalda estaba contra mi espalda y yo me dejo caer encima.
- Ah no eres una tramposa!, me aplastaste- me dice riéndose a carcajadas- con gente que no sabe, no se puede, pero si vienes más seguido, te puedo enseñar
- Rodri enséñame ahora- le digo yo de la manera más sexy que conseguí.
Solo bastaron esas palabras para que él se pusiera frente a mí, agarrara mi barbilla, la atrajera contra su boca, y me diera el beso más apasionado de mi vida. Yo inmediatamente le respondí, hundiéndole mi lengua para que supiera que estaba bien y que yo deseaba lo mismo. Se incorpora y al levantarse se caen sus bermudas que se le estaban cayendo desde que llegué, dejando a la vista un pene circuncidado hermoso, frondoso, de buen tamaño y como siempre lo imagine. Se vuelve a poner en el piso encima del juego, echa mi cabello hacia atrás y me quita la cola que tenía para hacer oficio y yo quedo en una posición inclinada sosteniéndome sobre mis codos, y las piernas en forma de pirámide. Trataba de pensar en lo que podría pasar si llegaba nuestra familia, el escándalo del siglo.
- Y si llegan y nos encuentran en esto- le digo yo con un hilo de voz
- No van a llegar, cuando fuiste a cambiarte les llamé y aún ni siquiera prenden el asador, así que tengo tiempo para enseñarte hasta los colores que no están en el Twister- me dice con seguridad
Con esas palabras, yo me siento segura, y empiezo a disfrutar de lo que ven mis ojos, el me acaricia suavemente y acerca una botella de champagne o sidra que tenía a la mano y comienza a echármelo y a lamer todo mi cuerpo, lamía mis brazos, mi escote. Pone licor en mis piernas y sigue tomando su bebida de mi cuerpo. Me dice que meta mi barriga hasta que se haga un hueco y allí coloca más licor y el tomándola. Yo estaba al borde de la excitación y ya estaba empezando a lubricar mi vulva, sentir a mi primo hundir su lengua en mi ombligo y beber, terminar y que volviera a ponerme licor y seguir bebiendo. Mis pantaleticas y mi sujetador gritaban por salir de mi cuerpo. Él solo quita mi parte de abajo y pone allí la bebida y comienza a beberla de mi clítoris y mi vagina, succionando y besando a la vez y sus manos pellizcando mis pezones. Yo quería que me besara y así poder jugar con los labios de arriba y de abajo, entonces besaba mi boca y bajaba y succionaba y traía licor a mis labios superiores, y así duró un rato. Y yo agarro su pene que moría por tocarlo y confirmar su tamaño y dureza, él me dice que está empapado y yo también me siento mojada pero no sé si es por lo que me puso de beber o por mí misma. Se pone encima de mí y sin decirme nada comienza a chupar como un bebe mis senos y yo loca de placer y ya quería sentir esa herramienta dentro de mí. Pero él quería hacerme sufrir. Mis caderas se movía hacia arriba tratando de conseguir su pene, y él a mi lado solo con una mano en mis senos y la otra de clítoris a vagina, vagina clítoris, yo sintiendo un cosquilleo y placer, entonces como estaba acostada tomo una posición sentada y tomé su polla con mi mano y comencé a pajearlo salvajemente para después llevarlo a mi boca y succionarlo, él comenzó a gemir y oírlo me prendía más, mi otra mano la puse en mi vagina junto a la suya para masturbarme juntos y aunque estaba medio incómoda, me las ingenié para tocarme y tocarlo, aún con su pene en mi boca.
No quería esperar más, ya tendríamos otro momento para jueguitos sexuales y mamadas, así que le pregunté, que si lo íbamos a hacer a ring pelao (sin condón), yo le digo que mi período se había ido ayer. Entonces él me dice tengo miedo prima, pero quisiera probarte sin nada en el medio. Creo que no es posible que quedes embarazada si se te fue ayer.
Una vez aclarado ese punto él se recostó y yo me monté encima y jugueteé con su miembro y mis labios, su pene estaba que parecía pata de perro envenenado, lo puse a la entrada de mi vagina y él me clavó de un solo golpe bajando mis caderas, gemí cuando lo sentí hasta lo profundo, por fin lo tenía dentro de mí, por fin ese coqueteo de años se hacía realidad. Con mis movimientos, subía y bajaba lentamente sobre su pene y luego rápido y comenzaba lento otra vez, llevé mis manos a mis senos y comencé a rodearlos con mis dedos que mojaba en su boca y dibujaba círculos, el con sus manos en mis caderas marcaba el ritmo para no irse.
Pero de repente me lo saca de improviso, me arrodilla y quedamos en posición perrito, chupa mi vagina, pasa algo por mi espalda y eso me hace estremecer. Vuelve a penetrarme el arrodillado y yo solo gemía de placer al tenerlo nuevamente dentro de mí, el metía y sacaba su pene y yo apreté mis nalgas como impidiendo que se saliera o escapara y dejara de darme todo el placer que estaba sintiendo.
Intensificó sus embestidas, y yo sentía mucho deleite y le pedía que no parara que me diera más duro, estaba aguantándome pero ya no podía más, mi vagina se contraía, me recosté en esa misma posición dándole la espalda y el continuó dándome con fuerza, me estaba viniendo, vi estallidos escuché cohetes y el metió un cojín debajo de mí haciendo que mi culo quedara a mejor altura, yo levanté mis caderas recobrando mis fuerzas que había perdido en el primer orgasmo y las empecé a mover en forma de las agujas del reloj, él tenía un ritmo excelente y me estaba dando con una fuerza tan extraordinaria que hicimos se corriera el plástico del twister y quedáramos en el piso pelado, allí él me toma por la nuca, como si fuera una crin, me da dos nalgadas, empuja duro y me dice ahora siénteme como te llenaré de leche que durarás días limpiándote, yo me muevo para excitarlo y ese hombre parecía una manguera de bomberos un chorro que me llenó a mí, al piso, a mi espalda y cuando lo tuvo en su mano, seguía goteando, fue ahí cuando supe que había terminado.
Excelente sesión de sexo, pero ahora tendríamos que limpiar más!!
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