Muerta de sueño llegué a la cama, apoyé mi cabeza en la almohada y me asaltó un deseo profundo…
Necesito mimos.
Le di vueltas al asunto, pero ya había apagado el ordenador, estiré la mano, lo encendí de nuevo, escucho los ruidos del encendido, la luz del monitor y me puse a redactar sobre ello….
Y aquí estoy hoy, poniendo mi confesión.
Hoy necesito mimos, necesito apoyar la oreja en un pecho y oír un latido asincrónico con el mío.
Solo ese sonido….
y una mano que toque mi piel…
Buenas tardes. Espero vuestras confesiones….